Iniciamos esta aventura cruzando desde Argentina a Chile por el Paso Internacional Río Futaleufú que une Trevelin (Argentina) con Futaleufú (Chile). Es muy importante aclarar que la ruta desde Trevelin hasta la ruta 7 de Chile en su 90% es de ripio -en Chile hay unos cortos tramos pavimentados-.
A unos 24 km desde Futaleufú se encuentra un paraíso escondido: la impresionante laguna Toro. También conocida como laguna Pinilla o laguna Obsesión, esta laguna es un tesoro natural que te dejará maravillado con su belleza serena y su entorno majestuoso.
El sendero comienza en el estacionamiento del lodge Peuma o en el estacionamiento del restaurante Yacarú (en donde pagas $3000 pesos chilenos por persona) y asciende bordeando el arroyo Guapito. Durante la caminata recorrerás bosques vírgenes con coihues milenarios, cascadas y hermosas vistas del valle del Azul, hasta llegar a esta maravillosa laguna escondida y su glaciar.
La realidad es que los primeros dos tercios del recorrido son de dificultad media-dificil, pero a partir de la cascada el sendero se vuelve más difícil e inclinado, debiendo ayudarte por cuerdas en algunos lugares para subir.
Por supuesto, hay un premio al final del trekking: la deslumbrante vista de las aguas cristalinas de la laguna rodeada de imponentes montañas cubiertas de vegetación exuberante.
Tardamos un total de 5 a 6 horas en subir y bajar (aproximadamente 10 km ida y vuelta), ya que estábamos “obsesionados” con la laguna. El aire fresco y puro que respiras en la cumbre te llena los pulmones, donde cada rincón parece sacado de un cuento de hadas.
Al día siguiente llegamos a Chaitén, una joya escondida en la región de Los Lagos de Chile, donde la aventura te espera a cada paso. Situada en un entorno espectacular entre el mar y las montañas, esta pintoresca ciudad costera es el punto de partida perfecto para explorar el impresionante Parque Nacional Pumalín, un paraíso natural que te dejará sin aliento con su belleza indomable y su diversidad única.
El Parque Nacional Pumalín es un santuario natural que abarca una vasta extensión de bosques, montañas, lagos y fiordos. Con una extensión de aproximadamente 3250 kilómetros cuadrados, aquí puedes explorar una variedad de senderos escénicos que te llevan a través de paisajes impresionantes, desde densos bosques de alerce y coihue hasta lagos cristalinos y cascadas rugientes. Es un paraíso para los amantes del senderismo y la fotografía de naturaleza.
Dentro del Parque Pumalín se puede encontrar una red de senderos bien marcados que atraviesan el parque y ofrecen vistas panorámicas de paisajes impresionantes. De todos los senderos que hay, realizamos 3 de ellos: el sendero Los Alerces, en el cual se puede apreciar estos árboles milenarios de casi 3000 años de edad; el sendero Cascadas Escondidas, donde se puede conocer dos cascadas impactantes; y el sendero Volcán Chaitén, el cual te llevará al borde de un cráter donde se puede contemplar las fumarolas del volcán.
Este parque nace como proyecto de conservación liderado por el ambientalista Douglas Tompkins. A lo largo de décadas, Tompkins y su equipo trabajaron para proteger esta área única de la destrucción y el desarrollo, convirtiéndola en uno de los parques nacionales más grandes y prístinos de Chile. Hoy en día, el parque es un refugio para la vida silvestre y un santuario para los amantes de la naturaleza de todo el mundo.
Una curiosidad fascinante del parque es la historia de su fundador: Douglas Tompkins. ¿Sabían que era un empresario estadounidense que, junto con su esposa Kris, fundó la marca de ropa The North Face en 1964? Posteriormente, fundaron la marca de ropa de alta gama Esprit. En la década de 1990, Tompkins se retiró del mundo empresarial y se dedicó por completo a su pasión por la conservación del medio ambiente. Comenzó a adquirir grandes extensiones de tierra en Chile con el objetivo de proteger y preservar áreas naturales únicas y amenazadas. Una de estas adquisiciones más importantes fue el Parque Pumalín.
Nuestra siguiente parada fue el Ventisquero Yelcho. Pero ¿qué es un ventisquero? Ventisquero es la forma coloquial de llamar a un glacial colgante que se forma entre dos montañas. Esta es una palabra muy utilizada entre baqueanos de la zona.
A 59 km al sureste de Chaitén, iniciamos el sendero hacia el Ventisquero Yelcho. El mismo se encuentra en el Parque Nacional Corcovado y tiene una duración de aproximadamente dos horas y media (6 km ida y vuelta aproximadamente). Sinceramente, la dificultad es baja, y de fácil acceso para niños y adultos -incluso hasta el primer mirador hay pasarelas de madera por lo que es inclusivo para aquellos con movilidad reducida-. Un dato no menor es que la entrada es libre y gratuita.
Por otro lado, a 22 al sur de Puyuhuapi, se encuentra el tan famoso Ventisquero Queulat. Esta lengua de hielo ubicado en el Parque Nacional Queulat atrae a todos los turistas del mundo. Similar al recorrido del ventisquero Yelcho, se requieren dos horas y media (6 km ida y vuelta aproximadamente) para realizar este sendero. Pero a diferencia de éste, la caminata es más empinada y con muchos ascensos. El costo de la entrada para extranjeros es de $11000 pesos chilenos (unos USD 11 aproximadamente).
La gran pregunta es: ¿Qué ventisquero conviene visitar? ¿Yelcho o Queulat? La realidad es que ambos ventisqueros ofrecen experiencias únicas y espectaculares en la Patagonia chilena. Mientras que el Ventisquero Yelcho impresiona con su pared de hielo azulado y su ubicación remota dentro del Parque Nacional Corcovado, el Ventisquero Queulat ofrece unas vistas impresionantes desde su mirador principal. Ambos son testigos magníficos del poder y la belleza de los glaciares en el sur de Chile, y cualquiera de los dos será una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza y la aventura.
